Proyectos de dibujo
El dibujo es mi medio por elección porque lo entiendo como una técnica de introspección y añoranza que propicia una relación profunda y duradera entre el ojo y las cosas del mundo, fomentando la hospitalidad y la calidez necesarias para dialogar con mi fuente de inspiración.
Por otra parte, la palabra escrita es un código gráfico, un elemento visual que, separado de su función significante, se transforma en un recurso estético inquietante y poderoso.
Las imágenes de estas series, pueden ser leídas literalmente: las frases repetidas aunque al principio resulten incomprensibles, nos descolocan de nuestra zona de confort hasta hacernos perder la naturalidad que nos une a esos signos, letras y palabras que nos son ajenos, tal como nos es ajenas las personas que retratan.
De este trabajo se desprenden dos series: Mantra Latino y Palabrotas
Mantra Latino, es una serie cuyo origen radica en la palabra mantra, proveniente de los vocablos sánscritos man (mente) y tra (liberar). Los mantras son herramientas que protegen nuestra mente de los ciclos improductivos de pensamiento y acción; al concentrarnos en la repetición del sonido, los demás pensamientos se disipan hasta que la mente queda clara y tranquila.
Para mi exposición final del Máster en Arte Contemporáneo, elegí abordar estos temas a través de una serie de retratos a tamaño real de personas inmigrantes latinoamericanas que conocí en Madrid. Estos sujetos fueron seleccionados porque, al conocernos, lo que más llamó mi atención fue que, a pesar del tiempo transcurrido y lo vivido, conservan sus palabras y su acento como tatuajes imborrables de su identidad regional.
Los retratos fueron realizados mediante la técnica de estampación por transfer y posteriormente intervenidos directamente sobre los muros de la galería con lápiz, buscando que mi trabajo exhaustivo y repetitivo pudiera establecer un vínculo directo con la persona retratada. Repetí sobre ellos sus palabras de manera rítmica y exponencial, construyendo su imagen a partir de sus propias voces.
Mantra Latino fue, además, una obra efímera: al finalizar la exposición, los muros de la galería se limpiaron y los retratos desaparecieron, como desaparecen también muchas vidas dentro del vasto flujo migratorio del mundo. Lo que permanece es la memoria, la palabra, el ritmo… y la posibilidad de volver a mirar con ojos más abiertos y hospitalarios.